Nos levantamos temprano y bajamos a desayunar en el hotel.
El desayuno es “correcto” sin más. El café lo puedes tomar de cafetera de filtro o de cápsula. Los zumos son de esos que vienen concentrados y les añaden agua. Por lo demás, algo de bollería, huevos y algo de fruta…. nada del otro mundo.
Tras el desayuno cogemos el autobús que nos lleva al centro de la ciudad, nuevamente a Pile.
Comenzamos la visita de Dubrovnik:
Cruzamos nuevamente la puerta de acceso al casco histórico desde Pile. Lo primero que llama la atención es la gran fuente de Onofrio. La noche anterior la vimos, pero ahora a pleno sol es muy diferente.
No digo que ahora sea mejor ni peor… sino diferente.
Al lado de la gran fuente de Onofrio está la oficina que vende los tickets para subir a la muralla y ver la ciudad. Nosotros no hicimos este recorrido porque el precio, al cambio 15 Euros por persona, nos pareció abusivo.
Así que, descartada la visita para ver la muralla desde arriba nos dirigimos a visitar el museo del Monasterio Franciscano y su famosa farmacia. La entrada a este museo está un poco escondida, entre la iglesia de St Saviour y el propio edificio del Monasterio Franciscano.
El acceso cuesta 30 KN (unos 4 euros) por persona e incluye la visita al claustro que, realmente es bonito y la visita a la farmacia que personalmente me pareció interesante.
Nuevamente en el exterior seguimos caminando por Placa (Stradun).
Al final de la calle tenemos la columna de Orlando. En torno a ella se disponen los edificios más representativos de la ciudad. Girando de izquierda a derecha tenemos:
- El palacio Sponza, que contiene los archivos históricos.
- La torre del campanario con su curioso reloj.
Entre el palacio Sponza y la torre del campanario tenemos el primero de los accesos al puerto viejo.
A continuación del campanario vemos la pequeña fuente de Onofrio y girando, al otro lado de la calle, la iglesia de San Blas.
Seguimos avanzando por la calle que deja a la derecha la Iglesia de San Blas y a la izquierda la pequeña fuente de Onofrio. A mano izquierda vemos el Ayuntamiento de Dubrovnik con el teatro Marina Drzica y a continuación el famoso Palacio del Rector. Al fondo de esta calle nos encontramos con el edificio de la Catedral.
En la plaza que hay junto a la catedral, tenemos el segundo de los accesos al puerto viejo. Merece la pena dar una vuelta por el puerto viejo y si te animas, puedes coger un barquito que desde el puerto viejo sale con regularidad hasta la isla de Lokrum.
Lokrum es una isla cuya reserva natural está bajo la protección de la UNESCO y es el sitio favorito de los habitantes de Dubrovnik para relajarse y darse un baño.
En barco son 10 minutos aproximadamente, y los barcos más recomendables para hacer la travesía son el Skala, el Zrinski o el Argosy.
Desde el puerto, mirando hacia el agua, a la derecha hay un camino que te lleva, bordeando el puerto hasta el Fuerte de San Juan, el museo marítimo y el aquarium.
Otros sitios interesantes para ver en Dubrovnik son la plaza Gundulic a la que se accede desde la calle que enfrenta con el Palacio del Rector.
También puedes darte una vuelta por la parte alta de la ciudad (escaleras que salen desde la calle principal, Placa (Stradun), a la izquierda considerando que has entrado por la puerta Pile y vas hacia el campanario).
Descanso para comer:
A la hora de la comida, nosotros optamos por comer en un sitio que se llama Gatsby Food & Wine Bar que está ubicado en Ulica od Domina 1. Lo bueno de este sitio es que tiene menú del día a un precio muy bueno (en torno a 10 euros), la comida es deliciosa y si tienes suerte puedes sentarte en la terraza (aunque no hay muchas mesas). El interior del local también es muy chulo. Obviamente no todo es perfecto… y tiene un inconveniente muy importante… y es que el menú no incluye bebida. No ves los precios en la carta y te pegan una buena “clavada”… así una cerveza te cuesta casi 5 euros. El café otros casi 3,5 euros…etc. Así que mucho cuidado con esto.
Y continuamos con la visita…
Como no subimos a las murallas para ver la ciudad “desde arriba” optamos por ver la ciudad desde “más arriba” para lo cual cogimos el funicular. Para ir a la base del funicular, te recomendamos ir caminando por Sv Dominika que es la calle que sale junto a la entrada al viejo puerto bajo el campanario. Sigue recto en dirección a Revelin Fort y tendrás unas vistas muy interesantes del puerto.
Pasado Revelin Fort, llegaras a una calle por la que circulan coches (el camino hasta Revelin Fort es peatonal, como el resto del centro histórico) y ahí deberás ir hacia la izquierda, como retrocediendo hasta llegar a la base del funicular.
El funicular de Dubrovnik:
Los tickets del funicular los puedes comprar directamente en la base del funicular. Esto es muy importante porque muchas personas en vez de salir por Revelin Fort salen por la entrada norte de la muralla (Buza) y ven un local con una cola enorme que anuncia los “tickets para el cable car” como si fuese el único sitio donde se pueden comprar.
Mucha gente “pica” y esperan la cola para comprar los billetes… y luego nuevamente tienen que esperar cola para coger el funicular mientras que si vas directamente al funicular, en la misma cola puedes acceder y comprar los tickets.
El ticket de ida y vuelta son 140 KN (unos 19 euros). Tienes también la opción de solo ida por 85 KN (casi 12 euros) regresando a pie. Si tienes tiempo, puede ser una buena opción ya que el camino es bueno y es cuesta abajo. Más información acerca del funicular en su página web http://www.dubrovnikcablecar.com
Las vistas desde arriba son increíbles y te permiten hacerte una idea de como se distribuye la ciudad, tanto su casco histórico como la zona más moderna.
En la estación superior también tienes un restaurante y un mirador.
Tras las típicas fotos panorámicas de la ciudad, regresamos a la base. Volvemos a entrar al casco histórico por la entrada norte de la muralla (Buza) y nuevamente decidimos perdernos por el centro de la ciudad.
Las playas de Dubrovnik:
Como teníamos curiosidad por conocer las playas de Dubrovnik, esa misma tarde desde Pile cogemos el autobús que te lleva a la zona de Babin Kuk.
Allí nos bajamos en la última parada y dando un paseo nos dirigimos a la playa de Cava Beach y caminamos hacia la zona donde está el Copacabana Bar – Restaurant.
Tras unas fotos y reponer energía cogemos el autobús que nos deja directamente muy cerca del hotel.
Cena de buffet en el hotel y esa noche teníamos idea de volver a visitar el casco histórico pero el tiempo se estropeó y llovió por lo que finalmente decidimos quedarnos descansando a la espera del día siguiente, cuando nos trasladaremos a Split.
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