Tras el desayuno cogemos el coche rumbo a Veliko Tarnovo. Por delante tenemos 230 kilómetros (unas 3 horas de trayecto). Aprovechamos para comer temprano en un bar de carretera y así llegar ya preparados para visitar la ciudad.
En esta ocasión nos alojamos en el hotel Arbanassi Palace un hotel 5 estrellas que tiene la curiosidad de que se construyó en 1975 y fue la residencia del dictador Búlgaro Todor Jivkov. Este hotel tiene un precio magnífico, el desayuno está genial y las habitaciones son muy amplias. Como inconvenientes… pues que está alejado del centro de Veliko Tarnovo (de hecho tienes que ir en coche) y está un poco en mitad de la nada rodeado de naturaleza. Por la noche es un poco tétrico porque cuando estuvimos nosotros no había más huespedes y bueno, no es el hotel más acogedor del mundo pero tiene su encanto decadente.
El Barrio de Asenova
Tras dejar las maletas, nos dirigimos a la ciudad. Al cruzar el famoso puente de piedra que lleva al barrio de Asenova nos despistamos un poco porque no estaba bien señalizado el camino para llegar al centro de Veliko Tarnovo. Así que en un primer momento centramos nuestra atención en el barrio de Asenova, en la parte baja de Veliko Tarnovo (al pie de la fortaleza de Tsarevets) y a orillas del rio Yantra.
En Asenova lo más típico es el puente de piedra (por el que cruzan los coches), el puente de madera y luego sus pequeñas casitas donde en la antigüedad vivían los artesanos y trabajadores fuera de la fortaleza. También encontrarás iglesias pequeñas pero muy interesantes como la iglesia de San Demetrio que está al lado del rio entre el puente de madera y el de piedra.
Tras recorrer las calles de Asenova, comenzamos la ascensión calle arriba hasta llegar al casco histórico de Veliko Tarnovo.
Veliko Tarnovo
¿Qué puedes ver en Veliko Tarnovo? Hay varias cosas interesantes:
Tsarevets, la fortaleza que se encuentra en la colina del mismo nombre: Hay que pagar entrada y ten en cuenta que cierra bastante temprano. Tsarevets fue el baluarte más fuerte desde 1185 hasta 1393, encontrándose allí el palacio real. En la parte más alta está ubicado el complejo de los patriarcas con una iglesia cuya torre se ve prácticamente desde cualquier punto. Y en este mismo recinto se levanta la «Torre de Balduino» llamada así porque fue el lugar donde se ejecutó a Balduino I de Flandes en el año 1204. Sin duda lo más espectacular de Tsarevets son las vistas que tienes de todo Veliko Tarnovo.
En el casco histórico de Veliko Tarnovo tampoco puedes dejar de ver la Catedral o Sveta Bogoroditsa, la iglesia más grande de la ciudad que, con sus verdes cúpulas de estilo neobizantino, es una referencia desde cualquier ángulo de la ciudad.
Si continúas caminando verás que la ciudad hace una especie de semicírculo alrededor de un «precipicio» que está a mano izquierda. Dispones de varios miradores para contemplar la panorámica de la ciudad donde sorprende el enorme desnivel que existe.
Desde uno de estos miradores divisamos el Monumento Asenid y nos propusimos llegar hasta él ya que nos llamó la atención su ubicación.
Tras un rato de caminata llegamos al pie del monumento Asenid y si de lejos llama la atención de cerca es sencillamente impresionante.
Tras un momento de reposo disfrutando de un concierto de música que había en los alrededores del monumento aprovechamos para cenar en el casco antiguo y recorrer la ciudad de noche. Merece la pena porque la iluminación nocturna de la muralla y los edificios más representativos es muy chula.
Y día terminado… vuelta al hotel que mañana toca volver a Sofia. Bulgaria es un país que nos ha sorprendido muy positivamente; sin duda un país que afortunadamente todavía no está invadido de turismo de masas.
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