El personal de recepción del Hotel Baletna Skola nos fue de gran ayuda a la hora de planificar el viaje a Hvar.
En las oficinas de información de la compañía marítima la tarde anterior nos habían dicho que se podía hacer la ida y vuelta en ferry (a la ciudad de Stari Grad) o en catamarán (a la ciudad de Hvar) y que al ser ciudades distintas no era sencillo hacer combinaciones y que para Hvar no había barco para volver ese día.
Afortunadamente la recepcionista del hotel nos explicó que no es así. Que lo mejor es ir en catamarán (1 hora de trayecto) a Hvar y después puedes coger un autobús hasta Stari Grad y desde allí coger el ferry de regreso a Split. Esto te abre mucho el abanico de combinaciones posibles para regresar.
Tras desayunar esta vez decidimos ir a Split en coche, porque el autobús del día anterior se hizo un poco pesado.
Rumbo a Split… otra vez.
El viaje en autobús el día anterior desde el hotel a Split y el regreso nos costó 17 KN por trayecto y persona, es decir, 68 KN en total.
Nos enteramos de la existencia de un aparcamiento en Split que no es muy conocido por los turistas y que tiene un buen precio. Es el conocido como “Parkering 1” que ubicado en Ul. Petra Svačića 5. Es un aparcamiento al aire libre y si vas temprano es fácil aparcar. El coste de 1 hora son 7 KN (aprox. 1 euro la hora).
Introducimos la dirección del aparcamiento en el navegador y llegamos a las 9:00 de la mañana. Dejamos el coche y nos dirigimos hacia el puerto.
IMPORTANTE: El puerto de Split es bastante grande. Hay mucha distancia de un extremo a otro por lo que te recomendamos ir con antelación.
Cuando vayas caminando desde el centro histórico por la orilla del puerto, verás unas casetas prefabricadas que venden los billetes y hay grandes colas para comprar. Son casetas oficiales y como son las primeras que te encuentras todo el mundo hace cola durante mucho tiempo para comprar los billetes. Esto es un error. Si sigues caminando por la orilla llegarás a un edificio que es la estación de Ferries. Allí están también las oficinas de la Jadrolinija, la principal naviera del país que explota estas rutas.
Si te diriges a este edificio podrás comprar los billetes sin esperar tanta cola y sin sufrir la espera a pleno sol. Mucha gente no lo sabe…y nosotros lo descubrimos casualmente el día anterior. De no haber sido así, hubiésemos esperado como todos los turistas.
Otra opción es comprar los billetes online a través de la página web oficial de la naviera: http://www.jadrolinija.hr
Así que compramos nuestros billetes. El trayecto Split – Hvar dura una hora y nos cuesta 60 KN por persona (algo menos de 9 euros). El catamarán saldrá a las 10:30.
El trayecto de vuelta, Stari Grad – Split dura dos horas y nos cuesta 47 KN por persona (algo menos de 7 euros). La principal ventaja del ferry es que el regreso es libre, puedes coger cualquiera de los que salen de Stari Grad ya que no hay plazas numeradas.
Así que tomamos asiento a bordo del Karolina, en el muelle 6 y a las 11:30 desembarcamos en la pequeña localidad de Hvar.
Llegamos a Hvar
Lo primero… ir a la oficina de turismo donde nos dan un completo mapa de la zona y nos indican desde donde sale el autobús (sale de Trg Marka Milicica) que nos llevará más tarde a coger el Ferri de regreso y los horarios. La localidad es pequeña y prácticamente no hay distancias. ¿Qué ver en Hvar?
– El antiguo arsenal que actualmente es un teatro.
– Pasear por su Riva.
– Perderse por sus calles plagadas de piedra color marfil.
– Visitar la Catedral de San Esteban situada en la plaza principal.
– Subir a la Fortaleza Española. Este edificio se denomina así porque en su construcción participaron ingenieros españoles. La fortaleza originaria se destruyó tras un incendio y posteriormente fue reconstruida. La subida hasta la fortaleza se hace un poco dura… pero merece la pena por las vistas que ofrece. Desde allí podremos sacar las mejores fotografías panorámicas de la ciudad. En la subida encontraremos varios puestos con souvenirs hechos con lavanda… y es que la lavanda es uno de los productos típicos de esta isla, ya que ahí esta isla es una de las mayores productoras de esta planta medicinal.
Vista de Hvar desde la fortaleza española- El punto más alto de Hvar, el Fuerte de Napoleón también ofrece vistas increíbles. Actualmente es un observatorio astronómico.
Comer en Hvar
A la hora de reponer fuerzas nos dirigimos a un restaurante ubicado en una calle con cierto encanto.
El restaurante se llama Marinero, y está en Ulica Sveti Marak 9. Según nos comentaron, todos los productos que ofrecen son de producción propia ya que las verduras proceden de una granja que ellos tienen y el pescado también llega directamente del mar a la mesa porque ellos tienen una empresa mayorista de pescado que comercializa gran parte del pescado de la zona.
El precio fue bastante razonable y la calidad muy buena.
Tras pasar un buen rato visitando la ciudad nos dirigimos hacia la zona donde salen los autobuses en dirección hacia Stari Grad.
Importante: pregunta en la oficina de turismo acerca de la frecuencia de los autobuses ya que salen a determinados momentos del día.
Stari Grad,se ubica al norte de la isla, a unos 15 kilómetros de Hvar siguiendo una carretera muy sinuosa. Es un pueblo marinero famoso por sus poetas y sus playas. En nuestro caso, nos dirigimos directamente al puerto para coger el barco que nos llevaría de vuelta a Split.
Esa tarde / noche, una vuelta por Split y cogemos de nuevo el coche en dirección al Hotel Baletna Skola y como iba a ser nuestra última noche en la zona, nos dimos un buen homenaje en el restaurante que está junto al hotel y que es de los mismos propietarios. La carne a la parrilla está espectacular.
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